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Dolores Avendaño, ilustradora de Harry Potter: "fue un regalo de la vida haberlo ilustrado"

Entrevista en exclusiva con Dolores Avendaño, ilustradora de las novelas de Harry Potter en español.

Dolores Avendaño / Diego Waldmann


Estos días Madrid huele a lluvia y a libros. Camino despacio tras una entusiasta marea de lectores que comienza a inundar el icónico parque de El Retiro. El bullicio de la Feria del Libro se despliega poco a poco ante mis ojos: las casetas, decoradas con exquisitos carteles y estandartes, exhiben montañas de libros de todos los géneros imaginables. En cada rincón se encuentran reconocidos autores, rodeados de admiradores y ávidos lectores. Firman ejemplares, comparten anécdotas y responden preguntas sobre sus obras. Allí, junto a varios niños emocionados tirando de las manos de sus padres, me espera una persona muy especial. Se trata de Dolores Avendaño, ilustradora de las novelas de Harry Potter en español.

Desde el primer momento, tras fundirnos en un fuerte abrazo, me hace participe de su magia, mostrándose relajada, cercana y encantadora, como quien está acostumbrada a vérselas con elfos, duendes, hipogrifos e impresionantes basiliscos que petrifican con solo mirarte.


PREGUNTA: Has ilustrado muchas de las obras de los autores más importantes del panorama literario actual, desde Ferida Wolff y Dolores Kozielski a, por supuesto, J.K. Rowling. ¿Cuál ha sido el camino para llegar hasta aquí?


RESPUESTA: Desde que tenía cuatro años soñaba con ser ilustradora. Mi madre tenía una colección de libros para niños, de cuentos de hadas, y cuando veía esas ilustraciones pensaba: cuando sea grande quiero hacer esto. Terminé mis estudios y todavía no existía la carrera de Ilustración en Argentina, así que estudié Diseño Gráfico. Al graduarme sentí que lo mío era la ilustración. Investigué e investigué hasta encontrar una universidad que ofreciera esos estudios. Y la encontré en Estados Unidos: la única universidad en el mundo que tenía como materia “cuentos de hadas.”


P: ¡Esa universidad estaba hecha para ti!


R: ¡Lo estaba! [risas]. Lo no sabía entonces es que estaba considerada como una de las mejores universidades de arte en el mundo. Era muy difícil entrar. Entré, pero primero estuve en lista de espera un tiempo. No existía internet, así que llamaba todas las semanas. Los volví tan locos que seguro que dijeron: ¡va! ¡que entre! Cuando terminé el primer mes, dos de los profesores me recomendaron que estudiara otra cosa, que la ilustración no era para mí. Que me iba a costar encontrar trabajo. Yo tenía ese sueño latente y seguí. Nunca me di por vencida.


P: Perseguiste tus sueños y se hizo la magia. ¿Cómo llegó tu carta de Hogwarts? ¿Cómo llegó Harry Potter a tus manos?


R: En aquel entonces acababa de terminar un trabajo ilustrando un libro para niños sobre Halloween. Al terminarlo volví a Argentina y comencé a trabajar con editoriales, entre ellas MC. Vieron este libro, On Halloween Night, les encantó y me dieron otro encargo. Cuando fui a entregar los originales me dijeron: necesitamos la portada para un libro sobre un chico mago. Y claro, respondí que me encantaban los cuentos de hadas y magos. Acepté, pero tenía una semana para leerlo, hacer el boceto y el original. ¡Todo! Pero acepté. Llamé a mi hermana corriendo y le dije: me dieron EL libro perfecto para mí.

Portada de Harry Potter y la piedra filosofal, Salamandra.


P: ¿Ese chico mago cambió tu vida?


R: Ese chico mago la cambió en muchas formas, pero no como la gente se imagina. No es que a partir de Harry empezaran a llegar muchos más encargos vinculados con magia. Me afectó en otro sueño que yo quería cumplir en mi vida, que era conseguir patrocinadores. Por otro lado, era como si todo estuviera conectado. Gracias a Harry empecé a recorrer el mundo y conocí a mi marido. ¿Habrá tenido que ver algo Harry Potter? [risas].


P: ¿Sentiste algún tipo de miedo o presión ante lo que se te venía encima?


R: La verdad es que no porque por aquel entonces Harry Potter todavía no era conocido y cuando llegó a serlo tampoco sentí ningún tipo de miedo porque yo seguía sin ser consciente del todo de la magnitud y de lo que significaba Harry Potter.


P: Ahora sí sabes lo que Harry Potter significa para el mundo. ¿Qué se siente sabiendo que la imagen que millones de personas tienen de Harry Potter es la que hiciste tú?


R: Wow. ¡Esa soy yo! [risas]. Mucha responsabilidad y agradecimiento. A mis padres, que me apoyaron en mis estudios, al director de arte que me dio el trabajo, a J.K. Rowling por haber escrito los libros. Siento un profundo agradecimiento.


P: Hay un dicho que dice: “No juzgues un libro por su portada.” La historia de Harry Potter es ya memorable y sigue transmitiéndose de generación en generación. ¿Sentiste algún tipo de presión contigo misma por hacer que sus portadas también fueran memorables?


R: Nunca lo pensé de esa manera. Cuando trabajo nunca estoy pensando en cómo va a impactar lo que voy a hacer. El foco tiene que estar en lo que estoy haciendo, en el momento presente. Debo estar conectada con lo que estoy sintiendo, animarme a exponer, expresar lo que yo creo que va mejor para esa ilustración. No puedes pensar en si gustará o no. Si lo piensas ya no estás haciéndolo en los colores, los pinceles y en el trabajo.


P: ¿Cuándo ibas leyendo las novelas, siempre tuviste claro qué escena llevarías a la portada o hubo algún descarte?


R: En el caso de Harry Potter siempre me dijeron qué escena querían. A veces hice alguna propuesta, correr un poco la escena minutos antes o minutos después, sobre todo para diferenciarla de las portadas norteamericanas. Yo creo que por una cuestión de marketing querían que sí tuvieran una similitud con ellas. Lo que sí estuvo en mi mano fue la interpretación del personaje.


P: ¿Cómo era el proceso cotidiano de ilustración? ¿Cuánto tiempo tenías para tener la portada lista?


R: El primero en una semana, ultra presión [risas]. Con Los Cuentos de Beedle el Bardo, por ejemplo, hice el boceto en dos días y cuando lo entregué, un jueves, me contactaron para decirme que estaba aprobado, pero el original tenía que estar en España el lunes siguiente, y eso significaba que tenía que entregarlo el viernes para que llegara allí, porque no existía lo digital. Pero soy ultra maratonista. Fui al quiosco, compré chocolate y me senté en mi escritorio. No me levanté hasta tenerlo listo. ¡Vaya si salió!


P: Entonces algún plazo te ha quitado el sueño…


R: Este último lo terminé a las cinco de la mañana [risas].


P: Una de las portadas más criticada en España fue Harry Potter y la cámara secreta porque hay un grandísimo spoiler en ella. Una de las tramas principales de la novela es precisamente descubrir qué criatura vive en la cámara (el basilisco) y tú lo ilustras en la portada tratando de matar a Harry.


R: Nunca oí esas críticas, pero como te decía, yo ilustraba las escenas que me pedían. De haberme llegado no podría haber hecho nada.

Portada de Harry Potter y la cámara secreta, Salamandra.


P: Y hablando de spoilers. Eras una de las pocas personas que leía con antelación las novelas, ¿algún amigo, familiar o compañero intentó sonsacarte algo?


R: No, nunca [risas]. Mi gente sabe cómo soy y entendía cómo iba el tema. Algún fan o periodista si llegó a preguntarme algo, pero a mi me importa mucho mi palabra. Amo mi trabajo y quiero seguir trabajando con las editoriales.


P: ¿Has llegado a ponerte un poco peleona con alguna portada?


R: [Silencio] [risas].


P: ¿Y lo conseguiste? ¿Te saliste con la tuya?


R: No te puedo responder. Sí hay, pero… yo no soy la que tiene la decisión final. Yo sé sobre ilustración, pero no sobre marketing. Si tomaron esa decisión fue porque sería la mas conveniente para la novela.


P: ¿Estabas de acuerdo con las pautas que te daban?


R: Si, en general sí. Como ilustradora me hubiera gustado meter más fondo, sobre todo en las últimas, más contexto, personajes, ilustraciones internas, aunque hubiese sido carísimo para la editorial pero ¡soy ilustradora! [risas].


P: Esto es como pedirle a una madre que elija entre sus hijos, pero ¿cuál de las siete portadas es tu favorita? Yo te confieso que siento predilección por la de Harry Potter y la Orden del Fénix.


R: ¡Ay me encanta que digas eso! A ver dime por qué.


P: Me encanta la imagen de Harry en primer plano, en una escena clave en la saga, con la profecía en la mano. Me encanta la expresión de su rostro, cómo está dibujado y además el azul es mi color favorito.


R: Disfruté muchísimo diseñando esa portada. Es monocromática como bien dices, predomina el azul, Me encantó generar toda esa ambientación con apenas un poco de rosado para darle una pizca de vida a su mejillas, pero no mucho más. El blanco de las velas es el propio papel, no hay color, y ese desafío de crear la ilusión de luz me divirtió muchísimo.

Portada de Harry Potter y la Orden del Fénix, Salamandra.

P: ¿Tu favorita es entonces la quinta también?


R: Es una de ellas, pero ¿sabes qué pasa? Cada una tiene algo...


P: La de La piedra filosofal también es muy icónica por ser la primera.


R: Si, super importante. En la tercera (Harry Potter y el prisionero de Azkaban) me encantó ilustrar al hipogrifo. Y después hay una versión para la cuarta (Harry Potter y el cáliz de fuego), que se conoce muy poco y que originalmente iba a ser la portada que finalmente acabó siendo imagen de promoción de la novela. Harry no estaba en primer plano, como a ti te gusta [risas], pero está el dragón y me fascinaba.


P: Las portadas eran un gran secreto que no se desvelaba hasta el momento justo de publicación. Recuerdo ir a la librería y ver la novela tapada con una sábana hasta que a las 18:30 se ponía a la venta. ¿Llevabas bien ese secretismo?


R: Lo cierto sí, lo llevaba francamente bien. Siempre trato de evitar esas situaciones de miedo o ansiedad y enseguida me enfoco en el siguiente trabajo sin dejar que nada pueda afectarme.


P: Si caminas por la Gran Vía de Madrid, te vas a topar con un banco en el que puedes sentarte y descansar. Ese banco tiene tu portada para Harry Potter y la piedra filosofal.


R: Es un regalo. Me pellizco, de verdad. De todo corazón, es un regalo de la vida haber ilustrado Harry Potter. Estoy profundamente agradecida, a la gente que en menor o mayor medida me ha traído hasta aquí. Es maravilloso.


P: ¿Has seguido el posterior trabajo de J.K. Rowling tras Harry Potter?


R: No, la verdad es que después de Harry me enfrasqué en otros trabajos. Tengo muchos intereses, pero por supuesto me gustaría leer sus trabajos. Leo mucho también historias reales, me fascinan, sobre todo de superación personal.


P: ¿Cómo crees que ha cambiado la industria en estos últimos años?


R: Un montón. Yo sigo trabajando en papel, porque me parece único, es algo mágico, pero el hecho de que ahora todo sea digital me ha facilitado enormemente el tema de los envíos. Eso me supone más días para poder trabajar.


P: ¿Qué le dirías a ese estudiante de bellas artes que tiene miedos?


Todos tenemos miedos, lo importante es lo que hace uno con ese miedo. No hay que permitir que te paralice, hay muchas técnicas: tomar una helado, charlar, dar un paseo, salir a correr. Lo que te ayude a salir adelante.


P: ¿Y qué le dirías ahora ese profesor que te dijo que no valías para esto?


R: De todo corazón, sé que no hubo maldad. Yo creo que no pudieron ver la pasión que yo tenía por lo que quería lograr. No les guardo rencor. Me dieron lo que ellos pensaban que era el mejor consejo que podrían darme en ese momento.


P: ¿Qué proyecto tienes ahora entre manos?


R: Estoy haciendo un proyecto para un cliente peruano que me encanta, va sobre mujeres extraordinarias. Son historias reales de cada una de esas mujeres y yo le estoy haciendo una ilustración para cada historia. Otro regalo mágico de la vida, como Harry Potter.


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