La autora de ‘Harry Potter’ ha escrito una sobrecogedora carta en la que asegura respetar los derechos del colectivo trans a pesar de las feroces criticas que dice haber sufrido en los últimos días.
Tras la grandísima polémica por los mensajes de J.K. Rowling, creadora de ‘Harry Potter’, sobre las mujeres transgénero en su red social de Twitter, muchos han sido los actores ligados a la saga de películas del niño mago que se han mostrado críticos con la autora, como Daniel Radcliffe (Harry Potter), Emma Watson (Hermione Granger), Evanna Lynch (Luna Lovegood) o el propio Eddie Redmayne, el actor que encarna a Newt Scamander, protagonista de la nueva franquicia del mundo mágico de la que Rowling es guionista y productora.
Además de los actores protagonistas de las películas, también los fans de la saga han mostrado su repulsa ante los comentarios de Rowling en sus redes sociales, viralizando y criticando públicamente unos argumentos que les ha dejado atónitos. Se mostraban decepcionados e incluso llegaron a cancelar los libros de ‘Potter’ que, hasta el momento, les había acompañado durante dos décadas de magia.
Ante semejante revuelo, la escritora británica decidió que había llegado la hora de romper su silencio y dar la cara para responder a todas las criticas que se estaban vertiendo sobre su persona, y lo ha hecho mediante una extensa carta en su web oficial. Una carta que no ha dejado indiferente a nadie, y en la que afirma que le han llamado “tránsfoba, perra, TERF, que merecía una paliza y hasta la propia muerte”.
La autora de 'Harry Potter' se ha quejado de que algunos activistas de este colectivo “claramente se creen personas buenas, amables y progresistas” y han recurrido a su pasado dando por hecho que “tienen derecho a vigilar mi discurso, acusarme de odio y lanzarme insultos misóginos”. Y es por ello que Rowling ha dado un paso al frente, y por primera vez, ha recurrido precisamente a su pasado traumático para justificar uno de los aspectos quizás más polémicos de sus comentarios: sufrió violaciones y abusos domésticos en su primer matrimonio: “He estado bajo el foco mediático más de 20 años y nunca he hablado públicamente de ser superviviente de abusos domésticos y agresiones sexuales. No porque me dé vergüenza que me hayan pasado esas cosas, sino porque son traumáticas para volver recordarlas. Menciono estas cosas ahora no en un intento de obtener simpatía, sino por solidaridad con la gran cantidad de mujeres que tienen historias como la mía, que han sido arrastradas por el barro como fanáticas por tener preocupaciones en torno a los espacios públicos de un solo sexo”.
En este extenso ensayo, ha asegurado que ha “investigado, leído e informado por fuentes del colectivo trans y expertos en la materia”, y dice apoyar firmemente los derechos de las mujeres trans: “Sería mucho más fácil tuitear los hashtags aprobados, porque, por supuesto, los derechos trans son derechos humanos y, por supuesto, las vidas trans importan’, sin embargo, y quizás es sin duda una de las partes más polémicas de la carta, Rowling también insiste en que se “niega a inclinarse ante un movimiento que cree, y que está haciendo un daño demostrable al tratar de erosionar a la ‘mujer’ como clase política y biológica y ofrecer cobertura a los depredadores como pocos antes”.
Finalmente, la autora desvela la razón por la que ha decidido escribir esta carta en su blog, buscando “empatía y comprensión similar” a las que la sociedad brinda a las personas trans y que “deberían extenderse a los millones de mujeres cuyo único crimen es que sus preocupaciones sean escuchadas sin tener que recibir amenazas y críticas”.
La polémica está servida.
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